Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un tapiz https://izaakhffe082082.life3dblog.com/37149139/el-minuto-exacto-en-que-zidane-perdió-el-control